Cuando se presentan síntomas relacionados con patologías cardiacas es necesario acudir a una consulta médica para evaluar la condición del organismo a través de los exámenes pertinentes. La prueba de esfuerzo necesariamente debe ser indicada por un especialista. Esta es recomendada con múltiples fines como descartar y diagnosticar enfermedades, aparte la prueba del esfuerzo puede ser usada como una técnica de tratamiento ante problemas cardíacos

La prueba de esfuerzo se realiza con una bicicleta estática o caminadora, y diez electrodos se adhieren al pecho del paciente para conectarlos al monitor del ECG. Durante la prueba, se registra la actividad cardiaca y eléctrica, así como la presión arterial. El paciente sigue las indicaciones del personal médico, comenzando lentamente y aumentando el ritmo cada 3 minutos. La prueba continúa hasta alcanzar la frecuencia cardíaca esperada o hasta que aparezcan complicaciones como dolor torácico o presión arterial elevada. Después del ejercicio, se monitorean los niveles del paciente durante unos 15 minutos para asegurar que vuelvan a valores normales. La duración total de la prueba es aproximadamente de 60 minutos, siempre y cuando no haya complicaciones.